La Tierra, o mejor conocida como ese pequeño punto azul pálido por el famoso divulgador científico Carl Sagan, es nuestro único hogar, techo de seis mil millones de sueños y esperanzas de un mundo mejor. Por ello, es importante reflexionar en este día el gran daño que están haciendo las actividades antrópicas sobre la sostenibilidad del planeta. Los desafíos son gigantes en los tiempos contemporáneos: el cambio climático, la desertificación, la sobreexplotación de recursos, la contaminación de los océanos, los problemas de la nueva urbanización, los cambios de usos de suelo, entre otros. Ante estas problemáticas, la humanidad debe unir esfuerzos y voluntades en pos de hacer a nuestro gran hogar en un lugar más digno. 

Cumbre de la Tierra 1992

La celebración del Día de la Tierra se remonta a inicios de los años setenta, pero no fue hasta los años noventa, cuando la comunidad científica ya empezaba a avizorar que las actividades humanas estaban generando un patrón de insostenibilidad e impacto sobre el planeta, cuando las Naciones Unidas, a través de sus Conferencias sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, empiezan a discutir sobre las grandes problemáticas del territorio. La primera conferencia fue en Estocolmo (1972), pero la conferencia clave fue la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992; esta es muy importante por los siguientes puntos que fueron conclusiones de la reunión y que los miembros (Estados y organizaciones internacionales) se comprometieron en cumplir: en primer lugar, se pronunció la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que implicaba la necesidad de los estados de responder ante elementos de la contaminación ambiental mundial; en segundo lugar, se aprobó el Programa 21, instrumento clave relacionado con lo que años después sería conocido como los Objetivos del Milenio-Objetivos del Desarrollo Sostenible; en tercer lugar, se firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica, instrumento en el que se habla sobre todos los aspectos de la diversidad biológica como los recursos genéticos, especies y ecosistemas así como lineamientos sobre la conservación; en cuarto lugar, se firmó la Convección Marco sobre el Cambio Climático, que luego se traduciría en las reuniones anuales COP (Conferencia de las Partes); y finalmente, se firmó los Principios relativos a la protección de los Bosques.

¿Cómo va la el cuidado del ambiente en el Perú?

Perú, como país en vías de desarrollo, enfrenta muchos desafíos ante su responsabilidad (diferenciada) para hacer sostenible el planeta; sus problemas principales se centran en el desafío por tener una mejor gobernanza ambiental, hacer más efectivos los canales del Estado (la aplicación de su normatividad ambiental en especial su capacidad preventiva, precautoria, sancionadora y reparadora ante escenarios de impactos ambientales). Los problemas ambientales y conflictos socio-territoriales que ha afrontado el Perú, desde Bagua hasta Minas Conga, o Bambas, son un reflejo de los vacíos que el Estado, en su totalidad, aún no puede responder y subsanar con prontitud. Es importante, también, mencionar la institucionalidad ambiental ha ido evolucionando desde la creación del Ministerio del Ambiente, principal autoridad del poder ejecutivo peruano con capacidad de liderar el proceso de la protección ambiental del país. Antes de su creación, existía el Consejo Nacional del Ambiente, que, en los años previos, su margen de maniobra era muy limitado y se concentraba en ser una organización de carácter consultivo.

Al acabar de leer este artículo, nuestro hogar seguirá girando en torno a su eje y la contaminación seguirá siendo un problema a resolver y toca, no solo a los Estados, sino, también, a las organizaciones sociales y la sociedad civil organizada tomar acción y responsabilidad sobre nuestras acciones y su posible impacto sobre el planeta. Quiero dedicar este día para Olivia Arévalo Lomas, lideresa del pueblo shipibo-konibo, asesinada de manera cobarde y vil el pasado 19 de abril en la comunidad de Yarinacocha en Ucayali. Que su memoria inspire la acción de futuros protectores de nuestro amado planeta tierra. 

Enrique Pacheco Riquelme: director de la Comisión de Investigación Académica del EDERA