Perú ocupa un lugar privilegiado y de mucha responsabilidad en relación con la diversidad biológica mundial por ser uno de los doce países considerados biológicamente megadiversos, por la diversidad de hábitats y ecosistemas de su accidentada y heterogénea geografía[1]. Y, es por esta misma diversidad que nos hace más vulnerables a los efectos del cambio climático. Ante dicha situación, ¿qué disyuntiva encontrará el siguiente gobierno en gestión de bosques?

Los bosques en el Perú cubren una superficie de 73 280 424 hectáreas (57,3% del territorio nacional)[2]. Es decir, más de la mitad del Perú está conformada por bosques amazónicos. Es así que los bosques, cuando son objeto de una gestión sostenible, pueden desempeñar una función fundamental en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo.

Antes de responder la premisa anteriormente señalada es necesario señalar que resulta indiscutible que se lleve a cabo una gestión de bosques adecuada, entendida como un régimen de administración que integre las necesidad sociales, económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las generaciones presentes y del futuro[3]. Una gestión de bosques que implique en lo económico, la capacidad del sector bosque de atraer inversiones y que el uso de los bosques sea viable financieramente en el presente y no disminuyan en el futuro; en lo social, que implique que los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales sean respetados y protegidos, que las comunidades locales reciban beneficios económicos de la gestión del bosque, que los lugares religiosos o de valor espiritual arqueológico o histórico sean preservados; en lo ambiental, que el uso del bosque proteja la biodiversidad y la capacidad de mantener procesos y servicios de ecosistemas.

Ahora bien, en el contexto en el que nos encontramos, tras las elecciones presidenciales y tras la victoria del partido político Peruanos Por el Kambio, es menester mencionar que en el Plan de Gobierno presentado, en el capítulo Protección del Medio Ambiente, se tocan cinto temas urgentes por la conflictividad que generan, estas son las siguientes: minería ilegal e informal, bosques y potencial forestal, residuos sólidos, disponibilidad del agua y el cambio climático en el Perú.

Para el presente escrito, resulta pertinente revisar el tema de bosques y potencial forestal, en el que se señala el Lineamiento Estratégico 2: Conservación y desarrollo sostenible de los bosques[4]. Este implica extender la cobertura del Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático, el cual incluye mecanismos de acción contra la tala ilegal y programas de forestación y reforestación masiva, además del fortalecimiento de la institucionalidad pública forestal.

De esta manera, consideramos que para llevar a cabo una buena gestión de bosques y para que se pueda llevar a cabo el Lineamiento Estratégico 2 propuesto por Peruanos Por el Kambio, se debe asegurar la supervivencia de los ecosistemas forestales y la mejora sus funciones medioambientales, socioculturales y económicas. Además, y es un punto muy importante, se debe aumentar al máximo la contribución de los bosques a la mitigación del cambio climático, así como ayudar a los bosques y a las poblaciones de dependen de ellos a adaptarse a las nuevas condiciones originadas por el cambio climático[5]. 

En síntesis, es por ello que el fortalecimiento de las prácticas de gestión de los bosques representa un marco eficaz para las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Está en las manos del gobierno entrante realizar estas prácticas para afrontar de manera eficaz las consecuencias del cambio climático pero sobre todo no solo ser un país que salga del estado de vulnerabilidad sino aprovechar las circunstancias en las que nos encontremos.