En el norte del Perú se encuentra la zona con mayor biodiversidad de nuestro litoral denominada Mar Pacífico Tropical. Tiene una extensión de 116,139.95 hectáreas que abarcan el mar de Piura y Tumbes. En ella podemos identificar cuatro espacios importantes: Isla Foca, el Ñuro, Banco de Máncora y los arrecifes de Punta Sal.  

Esta zona tiene características únicas, debido a la convergencia entre la corriente fría de Humboldt y la corriente cálida de El Niño, lo cual genera una gran abundancia de recursos hidrobiológicos. Por ello, no resulta extraño que concentre aproximadamente el 70% de las especies marinas de nuestro país, muchas de ellas amenazadas como la tortuga marina y la ostra gigante. Asimismo, se debe considerar que esta zona es hábitat de especies marinas de gran importancia comercial.

En la actualidad, la conservación de este singular ecosistema corre peligro por la presencia de pescadores ilegales que depredan los arrecifes y embarcaciones de arrastre que capturan especies marinas sin ninguna selección. La contaminación en aumento y el turismo irresponsable son otros factores que están llevando al colapso a este paraíso natural.

Ante ello nos queda preguntarnos, ¿qué debe hacer el Estado para recuperar y proteger el Mar Pacífico Tropical? En principio, el Estado tiene la obligación de asegurar la conservación de áreas con biodiversidad representativa, asegurando su fiscalización y control nombrándolas como Área Natural Protegida (ANP)[1]. Dicha obligación está contemplada en el Artículo 68° de la Constitución Política del Perú. Asimismo, en el año 1993, se suscribió el Convenio sobre la Diversidad Biológica, documento que establece que al año 2020 el 10% de las zonas costeras o marinas tienen que estar destinadas a la protección de la biodiversidad (a la fecha solo el 0.5% del mar peruano ha sido nombrado como ANP).

Sin embargo, antes de categorizarla como ANP, el Estado primero deberá nombrarla Zona Reservada. Por ello, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y el Ministerio del Ambiente (MINAM) han propuesto declarar el Mar Pacífico Tropical como tal. Esta iniciativa ha sido respaldada por el Gobierno Regional de Piura, que mediante Oficio N° 126-2016/GRP-100000, manifestó su apoyo al SERNANP para el establecimiento de la Zona Reservada. Cabe señalar que uno de los beneficios claves que conllevaría esta decisión es que los nuevos Instrumentos de Gestión Ambiental deberán contar con la Opinión Técnica del SERNANP, asegurando así la sostenibilidad de este frágil ecosistema.

El establecimiento de una Zona Reservada tiene carácter provisional, el objetivo es culminar con la evaluación del expediente técnico y los estudios complementarios para que posteriormente el Ejecutivo le asigne la categoría definitiva de ANP. Al otorgarse esta designación el Estado podrá ejercer mayor fiscalización para que el aprovechamiento de recursos naturales se haga de manera sostenible[2].

Diversas Entidades se han manifestado a favor de esta medida, como la Defensoría del Pueblo que mediante Oficio N° 0171-2016/DP, señala que la creación de esta Zona Reservada contribuirá a proteger áreas de reproducción y cría; refugio y migración de especies; y la recuperación y conservación de la diversidad biológica[4]. Por otro lado, el alcalde de la provincia de Talara, José Bolo Bancayán, mediante oficio 302-03-2016-A-MPT sostiene que con la implementación de la medida ayudará a recuperar el tamaño de la pesca beneficiando a los pescadores artesanales de la zona.

A pesar de esto, la iniciativa no ha sido bien vista por todos los sectores, la Sociedad Peruana de Hidrocarburos ha manifestado su preocupación por el establecimiento de esta Zona Reservada. Ellos sostienen que dicha medida tendrá impactos negativos en las actividades de los 10 lotes petroleros que se superponen en la zona. Además, crea un ambiente de incertidumbre para las empresas que tienen contratos vigentes con el Estado, desincentivando la ejecución de inversiones[3].

En respuesta al comunicado, el actual Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, ha aclarado que se respetarán los contratos de concesión de las empresas de hidrocarburos, ya que la conservación de los recursos naturales es compatible con la industria extractiva, siempre y cuando, se cumpla con la normativa ambiental. En otras palabras, se busca promover el desarrollo sostenible[5].

El Perú es un país rico en biodiversidad marina, y una muestra es el Mar Pacífico Tropical. La protección del ambiente beneficia a toda la sociedad. Apoyemos iniciativas como esta antes de que el daño ocasionado sea irreversible.