Rige en homenaje a las víctimas de los desastres ocurridos en el Perú, en especial, a las personas, instituciones y pueblos afectados por el terremoto de Ancash del año 1970, así como a quienes contribuyeron con abnegación y sacrificio a la ayuda que requirió la población damnificada, reafirmando el valor de la vida, la integridad, la seguridad y el bienestar general frente a desastres.

El día incentiva a adoptar medidas preventivas ante los peligros naturales, ambientales, o de cualquier otra índole. Fue creado mediante Decreto Supremo Nº 043-2007-PCM como “Día de la solidaridad”.