La minería ilegal en el Perú está presente prácticamente en todas las regiones, siendo Cuzco, Madre de Dios y Puno los departamentos más afectados. En este sentido, existen 15 áreas naturales protegidas amenazadas ante esta situación, entre las cuales se encuentra la Reserva Nacional Tambopata, cuya zona de amortiguamiento ha sido invadida por más de 15 mil mineros que extraen oro con maquinaria pesada. Por ello, en el presente editorial analizaremos las consecuencias de la minería ilegal dentro de la mencionada Reserva.
El Decreto Legislativo No. 1105 señala que los mineros ilegales son aquellos que no cumplen con las exigencias administrativa, técnicas, sociales y ambientales de ley, o que se realiza en zonas en las que esté prohibida. Es así que, la Reserva Nacional de Tambopata se encuentra como una de las zonas prohibidas.
Actualmente, se calcula que de los 5 millones de onzas que exporta el Perú por año, más de un millón (22% aproximadamente) corresponden a la minería ilegal. Esta actividad ilícita genera anualmente utilidades por US$1000 millones y evade impuestos por US$ 305 millones, según estimaciones de Macroconsult[1]; siendo así que, el valor de las exportaciones de oro ilegal supera al narcotráfico.

El aumento de la actividad minera ilegal es proporcio-nal al incremen-to del precio del oro a nivel interna-cional.
Hace poco se confirmó lo que se temía: la minería ilegal ingreso a la Reserva Nacional Tambopata. Luego de expandirse por la zona de amortiguamiento (La Pampa) de la mencionada área natural protegida, los mineros llegaron a orillas del río Malinowski y posteriormente a la Reserva, uno de los lugares que presenta los mayores índices de diversidad biológica en el mundo.
“Hemos pedido la intervención del Ministerio Público, de la policía, de la Marina. Ya no sabemos qué hacer. Nosotros no podemos intervenir sin asistencia del Estado”, señaló Vladimir Ramírez, Jefe de la Reserva Nacional Tambopata.
Entonces, ¿qué sucede con el ecosistema de la Reserva Nacional Tambopata?
La minería aluvial de oro presente en esa zona ya ha devastado más de 50 mil hectáreas de bosques, sin contar a los árboles muertos en pie, lagunas y pantanos destruidos.
Además, la minería ilegal genera un gran movimiento de tierras, esto hará que los sistemas de drenaje se alteren produciendo perdidas de hábitat para innumerables especies. Asimismo, para la extracción y concentración del oro se utilizan procesos e insumos que producen residuos tóxicos, como el cianuro o mercurio, los cuales contaminan al aire, los suelos y las aguas. Estos efectos ambientales pueden corregirse a largo plazo, pero en la mayoría de los casos son irreparables.
Según el “Proyecto MAAP” (Monitoring of the Andean Amazon Project) la minería ilegal luego de instalarse en la Reserva Natural de Tambopata seguirá avanzando y amenaza con ingresar al Parque Nacional Bahuaja Sonene, la cual conserva especies únicas en la Amazonia, así como también a la etnia “Ese'ejja”.
¿Y la salud de la población o comunidades aledañas a la minería ilegal?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los mineros ilegales usan en su actividad mercurio y otros metales pesados como el plomo y el arsénico, los cuales generalmente contaminan las fuentes de agua (ríos, lagos y lagunas), infectando así a los peces, base de la alimentación de la población amazónica. Esto se puede verificar con el estudio del Carnegie Institute, el cual señala que el 60% de los peces consumidos en Puerto Maldonado tienen niveles de mercurio superiores a los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En efecto, en estas comunidades nativas y rurales, los pobladores tienen mercurio hasta cinco veces del límite aceptable, y aquellos que viven más cerca de las zonas mineras tienen hasta 8 veces más mercurio que el límite establecido por la OMS. Lo más grave es que uno de los grupos más afectados es el de las mujeres en edad fértil, quienes presentan los niveles de mercurio más altos. Es así que, cabe precisar que en caso de embarazo, el mercurio puede transmitirse al feto y causar daños neurológicos.
Y a todo esto, ¿qué dice el Estado?
Antonio Fernández Jerí, Alto Comisionado en Asuntos de Interdicción de la Minería Ilegal, señaló:
“Sólo podría realizarse una interdicción a fines de noviembre porque el Ministerio Público autorizó 2 interdicciones por mes para todo el país y que, en los últimos 2 meses tramitó 231 solicitudes de interdicción y todas fueron rechazadas. Si fuera por nosotros, Madre de Dios tendría operaciones interdiarias, pero nos limitaron a 24 en el año, en todo el territorio, la segunda y cuarta semana de cada mes”
No cabe duda que la minería ilegal que está ingresando a la Reserva Nacional Tambopata generará irreparables daños en el ambiente, así como afectará en la salud de los pobladores y comunidades aledañas. Sin embargo, no podemos perder la biodiversidad de flora y fauna presente en nuestra Reserva, así que nuestras autoridades tienen que tomar medidas en el menos tiempo posible para detener a la minería ilegal.
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[1] “Diálogos Ambientales con la Prensa” – Minería Ilegal.
Fuentes:
Diario El Comercio Fecha: 17/11/2015
SPDA: Actualidad Ambiental Fecha: 16/11/2015
Monitoring of the Andean Amazon Project MAAP # 19 Fecha: 15/11/2015
SPDA: Actualidad Ambiental Fecha: 25/11/2015
SPDA: Actualidad Ambiental Fecha: 20/11/2015
SPDA: Actualidad Ambiental Fecha: 16/11/2015
MINAM: Minería aurífera en Madre de Dios y contaminación con mercurio.
SPDA: La realidad de la minería ilegal en países amazónicos.